Bajo la dirección de Ales Mihl, director del Banco Central de la República Checa, se planea aumentar las reservas de oro de la institución casi 10 veces, pasando de las 11 a las 100 toneladas actuales. En su opinión, el metal amarillo es una gran herramienta de diversificación porque no se correlaciona con las acciones.
Las reservas de oro del banco pueden aumentar casi 10 veces. La compra de dragmetall se hará gradualmente. El Banco de la República Checa ha decidido seguir el ejemplo de otros bancos europeos. En 2018, el Banco Central húngaro aumentó 10 veces las reservas de oro, y el Banco de Polonia tuvo un crecimiento similar en las reservas de metal amarillo en 2019.
Michl también dijo que se dirigirá al equipo de gestión de reservas de divisas del banco con una propuesta para aumentar la participación accionaria del Banco Central del 16% actual al 20% o más en línea con las políticas de los bancos centrales de Israel y Suiza. Michl respondió que no estaba preocupado por los riesgos potenciales asociados con este uso del dinero de reserva, porque los ingresos esperados serían altos en el tiempo. Mihl añadió que su objetivo es que la rentabilidad esperada de los activos del Banco supere el valor de sus pasivos. Según la gestora, el superejercicio se transferirá al presupuesto del Estado.