Como se sabe, hace 50 años el presidente estadounidense Richard Nixon retiró unilateralmente a los Estados Unidos del sistema monetario de Bretton Woods, creado al final de la Segunda Guerra Mundial. El primer paso irreversible en este proceso fue el decreto del presidente estadounidense de poner fin a la conversibilidad de dólares en oro. Después, el metal amarillo dejó de ser la única forma de dinero fiable, pero mantuvo su atractivo como instrumento de inversión. Desde entonces, los bancos centrales han comprado constantemente metal amarillo para reponer sus reservas de oro. Hoy en día, estas instituciones financieras son las grandes poseedoras de dragaje. Vigilan constantemente los cambios de rumbo, gestionando las reservas fiables de sus países. A finales de julio de 2021, los depósitos de los bancos centrales contenían 35,5 toneladas de metal amarillo. Esta cifra representa el 17,6% del total de dragaje del mercado. Los bancos centrales mantienen la reserva de oro en forma física. El almacenamiento de reservas es común en otros países, pero su registro sigue siendo parte de la reserva internacional del país propietario.
Oro, principal reserva estratégica
En poco más de 10 años, los bancos centrales se han convertido en los principales poseedores de oro. Un informe del Consejo Mundial de Oro indica las razones por las que las autoridades están más interesadas en el metal amarillo. En primer lugar, los bancos centrales están ahorrando metal amarillo para financiar las necesidades del país en momentos de crisis y usarlo para proteger el ahorro nacional. Así pues, el oro sigue siendo una reserva estratégica para el país, como medio de ahorro y como instrumento de gestión de la inflación.
Desde 2010, los bancos centrales han dejado de vender gran cantidad de dragaje. Hace poco más de 10 años, los reguladores financieros se convirtieron en compradores netos de metal amarillo.
Entre enero de 2010 y julio de 2021, los bancos centrales incrementaron sus reservas de oro en 5,5 toneladas de dragaje, elevándolas a la cifra de 35,5 toneladas. Estados Unidos es el líder mundial de más de 8.000 toneladas de oro en reservas.
Según los expertos del Consejo Mundial de Oro, la crisis financiera de 2008 fue una de las razones por las que los bancos centrales suspendieron las ventas de metal amarillo. El colapso del sistema financiero mundial hizo pensar en el peligro de la deuda. Otros incentivos para aumentar la reserva de oro fueron la crisis de la deuda europea y la reducción de la calificación crediticia de Estados Unidos, lo que socavó la confianza de los inversores en el mercado de tesoreros.
Principales compradores de oro
Los bancos centrales de los países en desarrollo son los más activos compradores de metal amarillo desde 2010. En los años posteriores a la crisis financiera, Rusia, Turquía y Kazajstán son los países que más han adquirido dragas. A finales de la década pasada, los bancos centrales de otros países empezaron a comprar, incluso aquellos que durante años no habían aumentado su reserva de oro. Entre 2018 y 2019, por ejemplo, los bancos centrales de Polonia y Hungría compraron en general más dragas que todos los demás reguladores financieros. Ahora son los principales compradores de metal amarillo. Incluso algunos bancos centrales de la Unión Europea han vuelto a ser compradores netos. En diciembre de 2020, las reservas totales de los Estados de la zona del euro ascendían a 10,7 toneladas, por lo que el euro es la moneda más provista de dragaje.
La pandemia COVID-19 obligó a las autoridades a reponer activamente sus reservas para hacer frente a la crisis. Otro argumento importante a favor de esas políticas son las tasas de interés negativas.